16 Psyche no es un asteroide cualquiera. Orbitando en el Sistema Solar entre Marte y Júpiter, este astro fue descubierto por primera vez en 1852, pero es ahora cuando está cobrando más interés que nunca. No en vano, es uno de los más curiosos de todo el Sistema Solar al estar compuesto esencialmente de metales y no roca. Según cálculos de la NASA, su valor económico si explotásemos esos metales es de 10.000.000.000.000.000.000 dólares. Para poner eso en contexto, unas 10.000 veces toda la economía mundial de 2019.
Con un tamaño aproximado de 225 km de ancho, el asteroide 16 Psyche parece estar compuesto íntegramente de metales como hierro y níquel. Si alguien se pusiera a minarlo el valor que tendría es inmenso. Pero claro, con una oferta tan grande su valor descendería bruscamente. Por otro lado, la minería espacial no es nada sencilla y apenas se están dando los primeros pasos.
El núcleo de un planeta que nunca llegó a formarse
Más allá de la minería de este asteroide, lo que lo hace especial es su composición en sí. El telescopio espacial Hubble tomó datos en 2017 sobre su composición utilizando un espectrógrafo. Ahora han salido más detalles en un nuevo estudio publicado en The Planetary Science Journal. Con estos datos se pudieron determinar qué materiales son los que forman este asteroide y es así como se ha descubierto la ausencia de roca y la presencia en casi su totalidad de hierro y níquel entre otros metales.
Al no estar formado por rocas ni hielo como la mayoría de los que se encuentran en el Cinturón de Asteroides, es único. Su composición casi al completo de metales como hierro y níquel hacen pensar a los astrónomos que quizás sea el núcleo de un planeta que nunca llegó a formarse. A fin de cuentas, es como el núcleo de la Tierra y de los otros tres planetas del Sistema Solar más cercanos al Sol. 16 Psyche habría sido justamente el siguiente planeta sólido que podría haberse formado, ya que Júpiter es ya un planeta gaseoso por su lejanía del Sol.
El asteroide se encuentra a unos 470 millones de kilómetros de la Tierra. Una distancia relativamente cerca para la NASA si tenemos en cuenta que hemos enviado ya diversas sondas más lejanas en el Sistema Solar y hasta fuera de él. El objetivo ahora es explorarlo de cerca, de muy cerca.
La NASA planea lanzar una misión en 2022 con la que llegar al asteroide en 2026 para analizarlo en detalle. La misión bajo el nombre NASA Discovery Mission Psyche enviará una sonda a bordo de un Falcon Heavy de SpaceX. En cierto modo, va a ser la única forma en la que un humano podría explorar el núcleo de un planeta, ya que perforar el nuestro es prácticamente imposible.
Vía | CBS News
Más información | The Planetary Science Journal