Marte es, sin duda, uno de los grandes desconocidos del Sistema Solar. El ser humano, ávido por encontrar otros planetas en los que poder vivir a medio o largo plazo, lleva casi un siglo trabajando en diferentes misiones con las que poder conocer el entorno planetario que nos rodea y el planeta rojo es uno de los grandes atractivos. Pero, para ello, necesitamos entender su composición, cómo se formó, e, incluso, si en algún momento pudo llegar a haber vida en su superficie. Ahora, los expertos han descubierto una serie de minerales solo posibles por la presencia de agua abundante.
Siempre que hablamos de buscar vida en cualquier planeta, los expertos trabajan básicamente con dos hipótesis: la primera, encontrar formas de vida similares a las que hay en la Tierra, para las que son necesarias una serie de condiciones como el agua, el oxígeno o la atmósfera, entre otras; el segundo, hallar otras formas de vida que para nosotros son desconocidas a día de hoy, pero que pueden existir en base a otras características. Sea como fuere, los expertos convienen que la existencia de agua es fundamental para ello.
Desde hace algunos años, los científicos saben de la presencia de agua en Marte. No solo hay hielo en sus polos, sino que se han descubierto diferentes lagos subterráneos que podrían contar con agua líquida. Pero los últimos descubrimientos que están llevando a cabo también confirman que, en algún momento, el planeta rojo contó con abundante agua en su superficie. Entender qué pasó para que la perdiera y se convirtiera en un gran desierto es fundamental no solo para entender por qué se produjo, sino para tratar de prevenir esta misma situación en la Tierra.
Ha sido la agencia espacial rusa Roskosmos, en colaboración con la Agencia Espacial Europea (ESA) la que ha dado a conocer una fotografía de la superficie marciana que serviría para confirmar la presencia, hace miles de años, de importantes mares en su superficie. La instantánea fue tomada el pasado 19 de octubre por el ExoMars Trace Gas Orbiter, pero no se ha dado de conocer hasta ahora, ya que los expertos han estado varios meses analizándola para tratar de entender lo que supone: y, evidentemente, lo que confirma es la presencia de importantes mares en Marte.
Se trata de una imagen tomada en un monumental cráter situado a pocos cientos de kilómetros al norte de la planicie de Hélade, ubicada en el hemisferio sur de Marte. Este impresionante cráter, muy probablemente procedente del impacto de un asteroide sobre la superficie marciana, cuenta con unos 12 kilómetros de diámetro, si bien es cierto que en la fotografía solo se aprecia una parte de él, aproximadamente un área de cinco por 10 kilómetros. Pero la importancia de este cráter no radica tanto en su tamaño como en los colores que se pueden observar en sus bordes.
En ellos, se pueden ver diferentes tonalidades que no son más que la representación de los diferentes minerales que aparecen en la corteza marciana. Pero el elemento realmente importante son las marchas de color claro: ¿por qué? Pues son la confirmación indubitable de que son capas geológicas muy antiguas formadas por la presencia de agua. O, dicho de otra manera, los mares de la superficie marciana son los que generaron una erosión que dio lugar a la aparición de estos minerales.
“Los depósitos ligeros indican afloramientos de lecho rocoso, que pueden contener antiguos minerales arcillosos formados en presencia de agua. Además, son claramente visibles aquí también los depósitos de arena arrastrados por el viento, que crean ‘ondas’ en el fondo del cráter. Su característico tono marrón rojizo indica la presencia de óxidos de hierro”, explica la agencia Roskosmos en un comunicado.
Otro descubrimiento
Hace solo unos días, el ExoMars Trace Gas Orbiter (TCO), llevaba a cabo otro descubrimiento, gracias al cual los expertos han sido capaces de detectar una reacción química desconocida en el planeta rojo, donde han hallado cloruro de hidrógeno (HCl). ¿Qué significa este descubrimiento? Pues, ni más ni menos, que el hallazgo de una molécula de la que no se tenía constancia en Marte y que sugiere que existe un evento, meteorológico o geológico, que genera su presencia, algo que a día de hoy es desconocido y del que no se tiene constancia.
La segunda fase del proyecto que tanto la agencia rusa como la ESA llevarán a cabo, y cuyo lanzamiento está previsto para 2022, consiste en lograr que la plataforma de aterrizaje rusa Kazachok llegue a la superficie de Marte, a través de la que descenderá por el planeta rojo el rover europeo Rosalind Franklin.El lanzamiento se llevará a cabo utilizando el vehículo de lanzamiento Proton-M y el escenario superior Briz-M del cosmódromo de Baikonur.