Se estima que cerca del 20% de los 18,5 millones de Bitcoins existentes, es decir unos 130 mil millones de dólares, están en billeteras a las cuales sus usuarios no pueden acceder
Olvidar la contraseña de una billetera digital puede significar la pérdida de millones de dólares en Bitcoins que quedarán suspendidos en el ciberespacio hasta tanto se recupere esa clave.
Convertir en tangible aquello intangible puede ser una verdadera odisea cuando no se encuentra el password para acceder a ese preciado tesoro virtual cuya cotización (más allá de los vaivenes que atravesó) viene creciendo en el último tiempo.
Este dilema es bastante más habitual de lo que se cree. Cerca del 20% de los 18,5 millones de Bitcoins existentes, es decir unos 130 mil millones de dólares, están en billeteras perdidas o a las cuales no se puede acceder, según datos de la firma de criptomonedas Chainalysis.
Por otra parte, Wallet Recovery Services, una empresa que ayuda a encontrar claves digitales perdidas, dijo que en el último tiempo recibió el triple de consultas que hace un mes: unas 70 solicitudes diarias de personas que quieren recuperar sus claves.
Stefan Thomas, un programador nacido en Alemania que vive en San Francisco, es una de las historias que nutren esas estadísticas sobre “tesoros digitales perdidos”.
Thomas, cuya historia fue publicada en The New York Times y se viralizó en las redes, dijo que le quedan sólo dos intentos para recordar la contraseña que le permita acceder a su fortuna de unos 240 millones de dólares en Bitcoins
La contraseña le permitirá desbloquear un pequeño disco duro, conocido como IronKey, que contiene las claves privadas de una billetera digital con 7.002 Bitcoins. Ocurre que para acceder a esa suma Thomas debería recordarla pero su memoria le falla y además perdió el documento donde escribió el password de acceso a IronKey, que ofrece hasta 10 intentos. Ya probó 8 veces y no lo logró. Si en el décimo intento falla otra vez entonces el contenido se encriptará y deberá despedirse para siempre de sus criptomonedas.
Es interesante también cómo logró Thomas obtener esa fortuna. Según cuenta en la nota, en 2011 un entusiasta de la moneda digital le entregó los 7.002 Bitcoins a modo de recompensa por un video animado que publicó llamado “¿Qué es el Bitcoin?” que ayudó a popularizar esta tecnología entre muchos usuarios que no conocían cómo funcionaba el sistema.
Thomas, que es parte de la startup Ripple, dice que más allá de esta suma que quedó atrapada en el espacio lo cierto es que todavía tiene acceso a otros cuantos Bitcoins cuyas contraseñas de acceso recuerda.
Este emprendedor comparte el dilema fortunas digitales potencialmente perdidas con otros usuarios como Brad Yasar, un empresario de Los Ángeles que tiene algunas computadoras que guardan miles de Bitcoins, según se menciona en el artículo citado. Se trata de un dinero que obtuvo o minó hace unos cuantos años cuando esta criptomoneda era algo que sólo parecía interesar a un reducido grupos de usuarios del mundo geek que confiaban en que con el tiempo sería algo valioso.
El tiempo les dio la razón pero también el tiempo les jugó en contra porque muchos olvidaron cómo acceder a sus fortunas, como le pasó a Yasar que decidió guardar los discos duros con sus millones virtuales en bolsas selladas con la esperanza de quizás, algún día, poder acceder nuevamente a esa fortuna.
Gabriel Abed, un emprendedor de 34 años de Barbados también perdió cerca de 800 Bitcoins. En su caso fue porque un colega reformateó una computadora que contenía las claves privadas de una billetera virtual que tenía en 2011.
El otro problema: los hackeos
Al problema de las pérdidas de las claves virtuales se suman los posibles ataques que pueden sufrir las billeteras o los servicios de exchange para realizar transacciones; tal como ocurrió en 2017 con el mega hackeo a NiceHash o cuando un malware afectó a la billetera Parity provocando el congelamiento de cientos de millones de dólares en Ethereum.
También tuvo muchas repercusiones el robo a Mt. Gox, un servicio que en su mayor apogeo, allá por 2013, llegó a manejar un 70% de todas las transacciones de Bitcoins en el mundo.
Los ciberdelincuentes accedieron al sistema y robaron 740.000 criptomonedas de los clientes de Mt. Gox y unos 100.000 de la empresa. El incidente provocó la quiebra de la compañía hacia fines de febrero de 2014.
Es cierto que con el paso del tiempo se fueron mejorando las medidas de seguridad y seguramente se continuarán fortaleciendo todavía más. También es cierto que es difícil ser inmune a los hackeos que pueden afectar otro tipo de entidades, por eso el mundo de la ciberseguridad no deja de ser un desafío constante que requiere cada vez más especialistas y avances en la materia. Nadie está exento.
Ahora bien, cuando de recordar y guardar claves se trata, aquí impera la precaución y, sobre todo, la memoria del usuario. Por eso hay que establecer mecanismos adecuados para evitar que un olvido obligue a resignar una preciada fortuna digital.
Estos olvidos de clave pueden ser resueltos cuando se trata de recuperar el acceso a una cuenta bancaria u otros servicios digitales donde hay una entidad detrás, pero la situación es muy distinta cuando se trata del universo Bitcoin y no se recurrió a ningún servicio para resguardar esta información.